FERNANDO ZORRILLA PRESENTA EN LA SEDE DE GRUPO SAN VALERO SU NOVELA “TE PERDÍ EN LA NIEBLA”
La tarde del jueves 10 de noviembre más de un centenar de personas asistieron a la presentación, en el Edificio Grupo San Valero, de “Te perdí en la niebla” (Sibirana Ediciones), la segunda novela de Fernando Zorrilla y con la que parece ya consagrarse como escritor. Porque, aunque el autor se gane profesionalmente la vida como funcionario de carrera del Gobierno de Aragón, la escritura, a través de la novela, parece ser algo más que una afición particular. Ya había publicado en 2015, con el mismo sello editorial (Sibirana), El vuelo de la manta raya, una historia de transformación y superación personal; y ahora ha dado a luz una extensa, ambiciosa y muy cuidada novela (tanto desde el punto de vista del lenguaje como de la documentación) que tiene lugar en el Pirineo aragonés (y más concretamente en Nocito) en la primera mitad del siglo XIX.
La presentación de la novela corrió a cargo de la periodista y presentadora Susana Luquín, ampliamente conocida por su trabajo en diversos programas de Aragón Tv, pero también una gran lectora. Sin querer desvelar el desenlace de la misma, Luquín presentó la obra de Fernando Zorrilla como una novela apasionante, “de las que enganchan” desde la primera a la última página, tanto por la historia que cuenta como por la forma en la que se cuenta. “Hay una película en esta novela”, comentó Luquín. La obra, señalaron la presentadora y el autor en su conversación, gira en torno a la experiencia del mal, o del encuentro con la maldad. Los protagonistas de la misma son Martín Otal y sus amigos, que “deciden” enfrentar esa experiencia de maneras diversas y que pagarán por ello distinto precio: “Enfrentarse a la maldad supone asumir que la lucha nos dejará heridas cuyas cicatrices nos acompañarán, casi siempre, de por vida”, dice expresamente la novela.
En la presentación, el autor explicó su forma de entender y practicar la escritura y expresó su agradecimiento a muchas de las “fuentes” de su trabajo, tanto personales y familiares como intelectuales, que aparecen reseñadas al final de la obra, muchas de ellas presentes en la sala. El acto concluyó con un pequeño recuerdo y mención-homenaje a las gentes de Nocito. Posteriormente el autor firmó ejemplares a todos los asistentes.
