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La Universidad San Jorge acoge una jornada de criminalística de la Guardia Civil

El servicio de crininalística lo componen más de 600 guardias civiles
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27.09.2019

El Servicio de Criminalística de la Guardia Civil (SECRIM) ha organizado hoy en la Universidad San Jorge una jornada que pretende visibilizar la función de los 600 guardias civiles que prestan sus servicios en distintos laboratorios y cuya principal función es elaborar informes periciales y exponerlos en los juicios.

Para desarrollar esta función con eficacia tienen que dedicarle mucho tiempo a la formación y a la investigación, esta parte, que es la más desconocida, es la que se ha mostrado a lo largo de esta jornada.

Tras la inauguración a cargo del rector de la Universidad San Jorge, Carlos Pérez Caseiras, y el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Zaragoza, José Antonio Mingorance Sánchez, han comenzado las conferencias impartidas por el comandante José Carlos Cordero Pérez y el capitán José Pérez Alcáraz.

El comandante José Carlos Cordero, del servicio de Criminalística del laboratorio central de la Guardia Civil, explicó ayer que las nuevas tecnologías como los drones submarinos, los secuenciadores masivos genéticos y la inteligencia artificial son «una revolución» para resolver crímenes, desapariciones e identificaciones. «Si hace diez años hubiéramos tenido los drones se hubiera podido detectar mejor una fosa», resolvió el comandante al preguntarle sobre el caso de Publio Cordón, el empresario secuestrado por los Grapo en 1995 en Zaragoza y cuyo cadáver se buscó en el Mont Ventoux, en Francia.

«Todas las unidades operativas de la Guardia Civil (la Policía Judicial, Información...) se apoyan en el servicio de criminalística para resolver los delitos e investigaciones periciales. Nosotros hacemos pruebas directas y científicas que ayudan a culminar la investigación», defendió el comandante Cordero.

Cordero es uno de estos 600 expertos que trabajan en toda España, de los cuales 300 están destinados en el servicio de biología para el ADN, químicos o balísticos en el laboratorio central de Madrid. En cada provincia de Aragón hay tres peritos que resuelven el 35% de los 200 informes que llegan al laboratorio de Zaragoza. Los demás se derivan a Madrid.

El cabo Luis Brinquis, que trabaja en la capital aragonesa, apuntó que su competencia es recoger indicios en las inspecciones oculares y remitirlos a los laboratorios correspondientes, a balística, grafística, ADN-biología, o químicos. «Hay casos combinados porque recojo huellas en un coche, parte lo hacemos aquí y otras van a Madrid», detalló. Lo que más trabajo les da son los robos o delitos contra la propiedad y contra las personas.

La investigación de los criminalistas ayuda a reabrir muchos casos antiguos sin resolver. El comandante se centró en la resolución de un hombre ahogado en Melilla hace 19 años. El ADN no les sirvió al principio para identificarlo porque faltaban marcadores adecuados en el análisis genético, pero recientemente con nuevas tecnologías lo lograron.

En 2017, emitieron 12.000 informes y de ellos, unos 5.000 o 6.000 fueron pruebas de ADN. Predominan las huellas o identificaciones, así como análisis químicos sobre incendios o explosivos.