Cada vez hay más gente que vive sola, y de ella la mayor parte son personas mayores. En los países más desarrollados principalmente, la anomalía ya es epidemia y un problema que afecta cada vez más a las sociedades y a los Gobiernos, que ven cómo se disparan las psicopatías derivadas de él así como el gasto público encaminado a su amortiguamiento.
Hay una idea perversa que identifica modernidad con desinterés familiar, alentada por un capitalismo feroz más que por un verdadero cambio moral de la sociedad. Las condiciones a las que el trabajo obliga, más que la conversión de la virtud de la compasión en rémora, ha hecho que desde hace ya tiempo en los países...