70 AÑOS: ¡¡CÓMO HEMOS CAMBIADO!! ¿O NO?

Alumno y trabajador de “San Valero”
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Yo no elegí ir a la Escuela de Aprendizaje San Valero. Hace cincuenta años esas cosas no eran de elección. Y comencé 6º de EGB (lo que hoy podría ser 1º ESO) en San Valero, donde otros chicos estudiaban algo que llamaban Formación Profesional. Superados los tres cursos de EGB, había que decidir: o irse a otro centro a estudiar Bachillerato o seguir allí cursando la FP, lo que estudiaban los “tontos”. ¡Cuánto nos ha costado cambiar esa etiqueta, pero lo hemos conseguido!

Algo diferente se sentía en aquel vetusto edificio y opté por quedarme en FP en San Valero, ya que quería vivir ese algo diferente. ¡Bendita decisión!

Empecé y todo era distinto: se podía hablar con los profesores de igual a igual, el Capellán admitía discutir con él de temas religiosos y con el tutor hasta te podías “ir de marcha”. ¡Esto era maravillosamente diferente: te sentías persona!

Y después de tantos años me pregunté por qué aquella Escuela ya era diferente en 1975. Y no era casualidad; Luis Lostao y Jesús María González, Director y Capellán, promovieron un estilo pedagógico que ha marcado nuestra forma de ser y hacer, y que podría resumir en:

- La actitud de dialogo en la relación profesor-alumno y el esfuerzo para suscitar la iniciativa y la actividad personal del alumno según su capacidad, son condiciones indispensables para lograr otra meta fundamental de toda educación cristiana: el intento de conseguir que el centro escolar sea una auténtica comunidad.

- El valor de la persona y de su dignidad, en libertad, responsabilidad, con calidad y caridad. Mediante el diálogo, el trabajo en equipo y la pedagogía activa para el progreso del hombre. En un ambiente de confianza, transformador y evangelizador.

- El trato acogedor, respetuoso, amable, generoso, bondadoso, solidario... con todas las personas, y principalmente con los alumnos, se convierte en principio de nuestras relaciones y rasgo que nos caracteriza.

- … la libertad como principio educativo, lo entiende como algo inseparable de la responsabilidad. Una persona ‘responde’ ante sí misma y ante los demás de aquellas decisiones que libremente adopta, y consecuentemente debe asumir las consecuencias de las mismas. Educar en libertad y responsabilidad, significa que los alumnos van haciéndose protagonistas de su propia vida y de su proceso educativo.

- La caridad es un rasgo clave que marca nuestro estilo pedagógico y nos hace tener una atención especial a los más “débiles” y desfavorecidos de la sociedad.

- Un ambiente de confianza es imprescindible […]. Confianza en todos los sentidos, del alumno en el profesor, del profesor en el alumno, del personal en la dirección, de ésta en el personal... Permite acoger al otro, vivir en apertura a los demás en orden a la búsqueda de la verdad y al bien común. Del clima de confianza y del diálogo, brotarán otros valores positivos...

Si queréis, conviene darle una pincelada de modernidad al lenguaje para tener la Escuela que hoy somos, vuestra Escuela. Y si no es así, nos lo demandáis, porque esta es la que querrían para vosotros quienes nos fundaron.

Gracias por pertenecer a esta Comunidad Educativa y feliz 70º aniversario.