Los Sistemas de Gestión de Calidad en las Universidades Españolas

Es una importante y potente herramienta que permite a las universidades contar con procesos sistemáticos que le permiten obtener una información muy valiosa para la mejora continua y la rendición de cuentas a los diferentes grupos de interés
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Técnico de Calidad en la Universidad San Jorge
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La llegada de la Declaración de Bolonia, que condujo a la creación del llamado Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), ha supuesto importantes cambios y novedades en las titulaciones universitarias en España. Uno de esos cambios, y a mi entender uno de los importantes, es la necesidad de que las universidades españolas contaran con Sistemas de Gestión de la Calidad en sus centros, que permitieran obtener información sobre las titulaciones, procedente de los distintos grupos de interés, para analizarlos y utilizar las conclusiones obtenidas en la mejora continua de las mismas, además de conocer las necesidades y expectativas de los diferentes grupos de interés, con especial atención, como no podría ser de otra manera, a los estudiantes.

En España, la llegada de la Declaración de Bolonia se traduce en el RD 1393/2007, en el que se estableció la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, así como se subrayaba la importancia de disponer de sistemas que garanticen la calidad de los programas formativos que se imparten en las universidades españolas, equiparándolas así al resto de universidades europeas.

Esta obligación de contar con Sistemas de Gestión de la Calidad ha supuesto importantes cambios en los procesos de las universidades, que han visto como han tenido que adaptar su manera de trabajar y adecuarse a unos requisitos externos cada vez más exigentes.

Cabe destacar que si bien el Programa AUDIT (programa voluntario de ANECA que permite verificar el Sistema de Garantía Interna de Calidad de centros universitarios, y que tiene muchos puntos coincidentes con la norma internacional ISO 9001) habla de Sistemas de Garantía Interna de Calidad, creo que sería más ajustado a la realidad hablar de Sistema de Gestión de Calidad, entendiendo que la garantía o aseguramiento de la calidad (como así se define en la norma ISO 9001:1994) es un término menos amplio y se refiere únicamente a una parte específica de lo que abarca un sistema de gestión como tal. En cualquier caso, se utilice el nombre que se utilice, no debe desviar nuestra atención de la finalidad última de tener implantado un Sistema de Gestión de la Calidad en las universidades.

La implantación de los Sistemas de Gestión de la Calidad ha permitido a las universidades españolas implantar unos procesos que le permitan obtener una información muy valiosa acerca de las necesidades, las expectativas y la satisfacción de los diferentes grupos de interés, que le permite publicar información fiable, rendir cuentas y utilizar dicha información para la mejora continua de las propias titulaciones. Disponer además de Sistemas de Gestión de la Calidad implantados permite a las universidades demostrar a las entidades encargadas de velar por la calidad de los títulos implantados (ANECA, agencias de calidad autonómicas, etc.) de una manera sistemática que las titulaciones están funcionando tal y como se esperaba o estaba planificado, dotando además de herramientas fiables que permitan reaccionar en caso de desviaciones con respecto a lo planificado.

Actualmente, las universidades españolas se encuentran con el escenario de la acreditación (o renovación de la acreditación) de títulos universitarios oficiales, que consiste en una revisión de la situación actual de los títulos pasado un número determinado de años desde la aprobación y puesta en marcha del título (el llamado proceso de verificación), para asegurar que no existen desviaciones entre lo solicitado en la autorización para la impartición del título (o en su defecto sobre la última modificación realizada en el título) y la realidad actual del mismo. Una vez superada la acreditación de títulos de manera individual, se antoja imprescindible la búsqueda de nuevas fórmulas que permitan abaratar costes y racionalizar el número de paneles de evaluación formados, de informes generados, etc. Así pues, nos encontramos con que se empiezan a dar los primeros pasos hacia el escenario de la acreditación institucional, que permitirá a las universidades obtener una certificación no ya por título individual, sino por centro (facultades y escuelas), y aquí es donde vuelve a irrumpir con fuerza la necesidad de disponer de sistemas de gestión de calidad certificados por centro, requisito imprescindible para poder optar a la acreditación institucional de los centros.

Mi opinión es que una vez que se ha superado la fase de implantación de los sistemas de gestión de calidad en los centros universitarios, queda la no menos importante misión de aligerar los sistemas, simplificarlos y adecuarlos a las necesidades de los propios centros. Lo único que está claro es que los sistemas de gestión de calidad no son una moda pasajera, y han llegado a las universidades españolas para quedarse.