Centro San Valero presenta el primer prototipo de brazo biónico mediante impresión 3D
El pasado lunes 18 de septiembre se presentó el primer prototipo de “Brazo Biónico” realizado en impresión 3D por el Centro San Valero. Este proyecto nació de las necesidades detectadas en algunas instituciones para la adquisición de prótesis por su elevado coste. El acto se llevó a cabo en el Centro Cívico Estación del Norte, dentro de la VII Semana Solidaria de ADAMPI-Aragón (Asociación de Personas Amputadas y con Agenesias).
Han sido los profesores del Departamento de Electrónica, Javier Arnadillo y del Departamento de Fabricación Mecánica, David Berrueco, quienes idearon este proyecto en el que implicaron a los alumnos Víctor Domingo, Miguel Ángel Revuelto, Alberto Valean y Luis Gerardo Ramón. También han colaborado empresas del ámbito local como son: AITIIP, ORPI, la Asociación Makeroni e Ibercaja, entidad que dotó de una ayuda de 1.500 euros para arrancar con este sueño.
El resultado ha sido la creación de una prótesis asequible y funcional realizada mediante la impresión 3D capaz de adecuarse a cada situación personal. El otro gran reto logrado es abaratar su adquisición, pasando de los 10.000 euros que cuesta aproximadamente en el mercado a 1.500 euros. Una de las claves de su bajo coste, se debe a que en este modelo sólo es necesario cambiar la pieza estropeada y usa un software libre.
El funcionamiento se basa en un brazalete ‘MYO gesture’ con ocho sensores capaces de recoger los impulsos eléctricos de nuestro brazo, que, vía bluetooth envía señales de movimiento al brazo biónico”. Este producto se adapta a cada tipo de amputación y a los movimientos de cada individuo, ya que son 100% personalizables. Este prototipo puede realizar tres movimientos con los dedos, pinzar, abrir y cerrar tres dedos y mover el índice de manera independiente.
Cabe destacar las sinergias creadas y los esfuerzos entre el equipo docente y los alumnos de varios Departamentos de Formación Profesional, del Centro San Valero, para poder cubrir las necesidades concretas de un sector de la sociedad, a través de la Innovación Tecnológica. Esto nos permite confiar cada vez más en la capacidad de poder hacer realidad proyectos de carácter educativo cuando se consigue aunar los esfuerzos de entidades y empresas que participan de forma entusiasta ante una propuesta de carácter social e innovadora.