EL ESTRÉS ACADEMICO EN TIEMPOS DE COVID

Nadie estamos exentos de sufrir estrés
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Relaciones Públicas y Comunicaciones Fundación Dominicana San Valero
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La pandemia de COVID-19 supuso un escenario inédito para la educación. La coyuntura obligó a cerrar las escuelas y universidades a nivel global, en un desafío para estudiantes y académicos, y se estableció la educación a distancia como una alternativa a la presencial. Pero ¿Qué es lo que lo causa?

El estrés afecta nuestra salud, es algo que ya sabemos de boca de los profesionales que tratan el tema más profundamente, pero en los momentos cuando inició y me atrevo a mencionar que en estos momentos también lo estamos experimentando en circunstancias especiales por lo que hemos vivido hace unos años por la pandemia del Covid-19.

Primero es bueno aclarar que en definiciones exactas el estrés ´´es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso´´.

La llegada de la pandemia ha implicado cambios en la forma de enseñar, aprender y convivir a la que estamos acostumbrados la mayoría de los alumnos y docentes, creando estrés en ambas partes, el cual puede provocar fatiga, jaquecas, insomnio, taquicardia, somnolencia, ansiedad, irritabilidad, etc.

Entre las causas del estrés encontramos la falta de acceso a la tecnología, por lo menos en nuestro país (República Dominicana), hayamos muchas zonas y hogares sin acceso a internet, por lo que en ese sentido nuestro gobierno opto por difundir las clases por medio a la televisión local. Dicho sea de paso estas mismas zonas tampoco tienen energía eléctrica por lo que dificultó progresivamente la llegada de los contenidos a los estudiantes.

Se fueron con el paso de los días tomando otras medidas que no vienen al caso mencionar, ya que ahí es que se complica la cosa y es lo que genera las preocupaciones tanto de los estudiantes que sí quieren recibir la docencia, como la de los padres que necesitan que sus hijos estudien y como no mencionar a los docentes que llegó un momento que no sabían cómo hacerlo y enviaban los materiales de estudios por todos los medios y a todas horas.

En otros casos, aun contando con material para tomar las clases en línea, no estamos exentos de sufrir estrés a causa de problemas tecnológicos y errores humanos: que el internet no carga, se me olvidó leer el ensayo, la página por más que la recargo no muestra el examen que dice la maestra, no envié la ficha de laboratorio, no me acepta el archivo, no se guardaron las respuestas, se cayó la página, el trabajo se envió cinco segundos tarde, entre tantos más.

Y, obviamente, la frustración y el coraje se presentan cuando notas que hay quienes usan dichos problemas como excusa y los docentes no se pueden poner muy exigentes ya que nadie está exento de fallos tecnológicos o humanos.

Sumándole un poco más y sin ánimos de exagerar se encuentra la forma de aprendizaje; algunos somos muy visuales, otros son auditivos, otros no entienden nada leyendo por cuestiones de costumbres, y con esta forma de aprendizaje virtual se ven muchos estudiantes afectados por la falta de contacto físico. Además, no todos tenemos el mismo razonamiento o habilidades académicas; y, en este punto, el apoyo por parte de los padres es crucial, pero, desgraciadamente, no todos contamos con el mismo apoyo, ya sea por falta de paciencia y/o de conocimientos en el tema.

Estamos constantemente expuestos a estrés por la situación de la pandemia y las actividades académicas, pero podemos prevenirlo o afrontarlo con simples acciones como lo son planificar nuestras actividades por prioridad, dormir en horarios establecidos, practicar actividad física y el comer sanamente. También es válido pedir apoyo a familiares o amigos, y algo muy importante que lo hemos visto en muchas publicaciones, hacer un horario de estudio para poder crear una costumbre.

Demos gracias a Dios que esta situación poco a poco está pasando (o nos estamos acostumbrando a ella) pero el estrés académico es una normalidad que afecta nuestro país y muchos del mundo y que debemos aprender a vivir con él.

Como consejo personal, tratemos de llevar la vida de una forma ligera y organizada, me parece que es la clave para poder impartir, adquirir o dirigir un estudio efectivo. Por lo menos a mí me ha funcionado…