No existen las distancias: Covid-19 el tren de la alta velocidad

Covid-19 ha acortado distancias para ser una ventana de oportunidad del cambio
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Director Gerente de Motorland. Ingeniero Industrial
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Todavía tendemos a pensar que Doha, Tokio o Melbourne están muy lejos. No es así, todos los países del mundo están a la distancia de una reserva de avión. ¿Cinco minutos? Tal vez un poco más sin pasarela de pago. Veinte años viajando por todo el mundo te dan a entender que las “largas distancias” no existen y que para alegría de todos vivimos en un mundo global. Internet ha generado un mundo paralelo virtual, escaparate de un mundo real muchísimo más lento que el primero.

Deberíamos focalizarnos en lo mejor de ambos mundos para generar un espacio único. La red ha roto las fronteras entre provincias, regiones, países y continentes del viejo mundo.

Internet ha dejado obsoletos gobiernos con toma de decisiones ancladas en el siglo pasado. Éstos son administrativamente lentos, estratégicamente anticuados, cortoplacistas y visiblemente inoperantes frente a la aceleración de los cambios que se están produciendo en todas las sociedades.

La sociedad 5.0 está requiriendo un ámbito de gestión global que se adapte a la celeridad del cambio. ¿Está lejos China?, ¿EE. UU?, Covid-19 ha acortado distancias, como la alta velocidad, pasa de ser un virus para convertirse en la ventana de oportunidad del cambio.

Nada será como antes. Deberíamos generar un nuevo mundo donde lo importante son las personas y su libertad de elegir como cualquier otro ciudadano, sin fronteras. Debemos movernos hacia la igualdad de condición independientemente de dónde procedas, respetando la diversidad cultural. Hemos de apoyarnos en la formación, la inteligencia y las capacidades del individuo. En este modelo las personas son más importantes que los gobiernos y sus decisiones.

Covid-19 ha dejado claro que somos todos iguales y además que lo que ocurre al otro lado del mundo nos afecta, preocupa, pero también nos enriquece a todos. Somos uno, tendamos a un espacio único gestionado por una organización internacional global que dicte las mismas reglas de juego para todos en igualdad de oportunidades. La red y la transversalidad en la educación serán la vía para lograrlo.

Ahora más que nunca no existen las distancias y con modelos de educación globales apoyados en la red seremos capaces de acelerar el desarrollo de los países que restan un paso atrás. El sistema formativo deberá tender a explotar el conocimiento dándole valor y sumando el potencial del individuo invitándole a formar parte de un gigantesco equipo global.

Todo ese conocimiento se ha de centralizar y regular en la red a través de un modelo mundial de educación On-line. Este sistema reduciría la inversión de los países menos desarrollados y facilitaría el acceso a la educación. La inversión se enfocaría a los sistemas de acceso a la red y no tanto en la necesidad de edificios y personal docente.

Este tiempo de reflexión en nuestros hogares, nos tiene que hacer entender más profundamente la importancia de la estandarización del conocimiento y como la digitalización abre un mundo de oportunidad para ello.

Covid- 19 nos está haciendo ver, con este tiempo de pausa, la potencialidad real de la red para dirigir el mundo hacia una nueva era bajo el factor integrador que debería ser la educación.