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La USJ aborda desde múltiples perspectivas cómo detectar y tratar diferentes problemas de salud mental en los niños y los jóvenes

En colaboración con el centro pediátrico San Francisco
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21.03.2022

Dos años después del inicio de la pandemia, los problemas de salud mental en niños y jóvenes se han disparado. ¿Cómo podemos detectarlos? ¿Cuáles son las señales de alarma? ¿Qué hacer ante una situación de riesgo?

Para responder a estas cuestiones, la Universidad San Jorge organizó el pasado viernes, en colaboración con el centro pediátrico San Francisco, una jornada que abordó desde múltiples perspectivas cómo tratar los diferentes problemas de salud mental de la mano de profesionales expertos que trataron temas como el suicidio en la adolescencia, la realidad de las personas con discapacidad intelectual y enfermedad mental, o el síndrome del espectro autista.

A su vez, esta jornada contó con la participación de la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón Sira Repollés, quien avanzó algunos aspectos del Plan de Salud Mental que están desarrollando, así como la estrategia de prevención del suicidio en el ámbito escolar.

La consejera aseguró que “la salud mental es un problema de salud pública mundial y el ámbito educativo es un buen contexto para la prevención y la detección precoz de conductas autolesivas y acoso escolar”.

Asimismo, Repollés apostó por potenciar el respeto, la dignidad y la autoestima de los niños y jóvenes porque «lo que sembremos hoy, será nuestro futuro”.

Junto a la consejera, la rectora de la Universidad San Jorge Berta Saéz afirmó que la Salud Mental es “uno de los ejes fundamentales del bienestar del ser humano, a nivel emocional, psicológico y social”. Por este motivo “nuestro deber es implicarnos en la resolución de la enfermedad antes de que ésta aparezca mediante las herramientas que nos proporcionan la promoción y educación de la salud y la prevención”.

Por otra parte, la sesión de la mañana también incluyó testimonios de afectados, como la experiencia vivencial de un padre que se ha enfrentado al suicidio de su hija.

Intervención de los ponentes

La primera intervención, a cargo de la psicóloga clínica Mª José Ochoa, se centró en las señales de alarma de las personas que están en proceso de una ideación suicida y cómo actuar ante ellas. “La persona empieza a descuidarse, manifiesta ideas pesimistas, no come, no duerme, tiene desinterés por todo y entra en un estado depresivo del que no es consciente”, explica.

Frente a estas señales, la ponente asegura que «hay que valorar cada señal, no minimizar ni dejar pasar ninguna frase de alarma y mantener la calma ofreciendo soluciones prácticas».

A su vez, detalló cuándo valorar un riesgo inminente: “La persona se va despidiendo, cierra redes sociales, regala objetos, visita a familiares que hace tiempo que no ve”. Frente a estos indicios, “hay que actuar, hablar y acompañar”.

A continuación, tomaron la palabra las enfermeras del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa Gemma Álvarez y Pilar Pintiel para abordar la adolescencia como una etapa caracterizada por la necesidad de definirse como individuo, buscando una personalidad propia. Esta etapa evolutiva, según manifestaron, puede derivar en suicidio si la persona se encuentra “totalmente desesperanzada”.

Posteriormente, llegó el turno de Antonio Muñoz, un padre que compartió su dolor tras el suicidio de su hija. «Mi hija sufrió brotes psicóticos y estuvo internada en varias ocasiones. Un día, tras llevar una mañana aparentemente normal, acabó con su vida y nos dejó totalmente bloqueados». Con su testimonio, este ponente quiso dar visibilidad a casos como el que vivió su familia para ayudar a personas que estén en su misma situación.

En el siguiente bloque de conferencias se abordó la enfermedad mental desde el colectivo de personas con necesidades especiales. Así, la psicóloga Amor Numancia analizó la salud mental desde la discapacidad. «Defendemos una perspectiva biopsicosocial, un tratamiento global y comunitario de las personas con discapacidad y problemas de salud mental», aseguró. Además, recalcó la importancia de los equipos multidisciplinares y el tratamiento en entornos comunitarios.

Seguidamente, el doctor Jaume Morey, director fundador del Instituto Balear de Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia, expuso las bases del trastorno del espectro autista, haciendo un repaso en los tipos, síntomas y características de dicho trastorno.

Asimismo, compartió con los asistentes cómo vivieron las familias con niños y adolescentes autistas las medidas de confinamiento y el desarrollo de la pandemia de la covid19.

Para cerrar la sesión de la mañana, Eva Gracia, enfermera del colegio de Educación Especial Jean Piaget, describió cuáles son las competencias de los profesionales de este centro y cómo trabajan para la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud y la prevención de enfermedades.