El valor de las emociones

¿Podrá superar la inteligencia artificial a las personas?
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Director general de BSH Electrodomésticos España
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En BSH Electrodomésticos España estamos trabajando, al igual que en otras compañías, en y con Inteligencia Artificial, que engloba disciplinas como la automatización robótica de procesos, realidad virtual y aumentada y analítica de datos. En mi opinión, estamos todavía muy lejos de todo lo que se podrá hacer. Es como cuando hace años descubrí las tablas dinámicas de Excel. ¡Creí que mi vida había cambiado!

El caso es que, a lo largo de la historia, se han ido sustituyendo muchas funciones sin Inteligencia Artificial. Todos conocemos mil ejemplos y algunos hacen gracia. Hace unos días, descubrí una hoja de papel de calco guardada y me acordé de que, al enseñársela hace años a mi hijo pequeño, al ver que copiaba dijo: “hace años cuando no había ordenadores ya erais inteligentes”. Seguro que alguno de los que me leéis no sabéis qué es una hoja de papel de calco. ¡Qué deprisa cambia el mundo!

Ya existe una batalla por que la Inteligencia Artificial sustituya tareas repetitivas y no muy complejas. No obstante, hay ya muchas tareas complicadas y nada repetitivas que ya están siendo hechas por robots, pero no por personas. Esto es imparable. Vemos vídeos en la red todos los días.

Por el contrario, hay muchas cosas que yo creo que será muy difícil que la Inteligencia Artificial pueda llegar a hacer, o por lo menos, con la finura con la que las hacen hoy los humanos. Con ello seguro que abro debate.

Imaginaos una empresa hoy en día. Todos los días, hay mucha gente que tiene ideas. Dudo mucho que podamos pensar que unos robots se junten espontáneamente para hacer un “brainstorming”. Ese proceso de fricción intelectual, emocional, de ilusión colectiva donde unos motivan a otros se basa en la imaginación y dudo que la Inteligencia Artificial lo pueda resolver. ¿Cómo habría que entrenar a un robot para que su modelo contuviera tanta información y tantos matices no racionales como para poder hacer eso? ¿Cómo podría sentirse los robots parte de un equipo para resolver un reto que no sea cuantificable?

Otro ejemplo que quiero compartir. Cada empleado tiene distinta edad, formación, situación vital, expectativas, cultura, fortalezas, inseguridades, ambiciones o capacidad de sufrimiento. Como mentor, entrenador o director, debes siempre trabajar para que los colaboradores den lo mejor de sí mismos. Motivarles, darles la dosis de presión cuando corresponda, atenderles, dejarles pasar, dejar que su idea se ponga en marcha. Como yo quiero que hagan conmigo. Igual. Así se desarrolla el liderazgo a todos los niveles, y más hoy que se trabaja en grupos multijerárquicos de donde deben nacer liderazgos, no jefaturas. Siempre me he preguntado cómo un grupo de robots podrían hacer que uno despuntara sin intervención de terceros, o que uno se fuera consolidando como líder, o que gestionaran el liderazgo de otros. No me lo imagino.

Otro ejemplo sería el de cómo te pones en los pies de otro para entender su situación. Lo que llaman empatía. ¿Os imagináis un robot que se queja de que otro robot le ha mirado mal, de que le tiene manía o de le hace la pelota al robot jefe? ¿Cómo podrían entenderlo y ayudarle a gestionar sus sentimientos? Los sentimientos y la percepción son distinta por sexos. ¿De qué sexo son los robots? Tampoco lo veo.

Un último ejemplo son las parejas humano – robot. Este es un tema sin fin en Internet. Desde los cobots para tareas manuales hasta tener un jefe robot un día. Hasta que una robot llegara a tener la destreza, finura, puntería y habilidad de mi esposa para ponerme contra las cuerdas, echarme la bronca o llamarme al orden, se necesitarían miles de millones de horas de entrenamiento y datos para que fuera la mitad de la mitad de eficiente que ella.

Disculpad la licencia de caricaturizar y llevar al extremo el asunto, pero es con el objetivo de una comprensión más rápida. En las empresas necesitaremos siempre a los seres humanos, esa especie que une razón con miles de intangibles que nos hacen tan ricos, tan completos y tan insustituibles. Por supuesto que la IA hará muchas cosas y muy bien, más rápido, seguro y económico. No lo dudo, pero mi humilde opinión es que no vamos a inventar ni de lejos aquello que nos sustituya en todo lo que hace avanzar al mundo. Y las emociones hacen avanzar el mundo. Desde siempre.