Se dice que una vez le preguntaron al físico alemán Albert Einstein cuál era la fuerza más poderosa del universo y que este, sin dudarlo, respondió: el interés compuesto; es decir, la reinversión de los intereses. Si combinamos el interés compuesto con el ahorro o la inversión periódicos, nos encontramos ante lo que pudiéramos considerar la octava maravilla del mundo.
Para comenzar nuestro camino hacia la inversión es fundamental definir nuestra capacidad económica y crear un hábito de ahorro periódico. Es decir, calcular los ingresos y los gastos mensuales para poder determinar cuánto puedo destinar al ahorro o a la inversión. De esta forma podremos alcanzar con mayor facilidad los objetivos económicos que nos...
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