Mi mundo ha estado rodeado de pantallas. Eso sí, con la mascarilla puesta. No paraban de llegar mensajes al móvil. El mismo vídeo recibido decenas de veces pretendiendo ser más viral que el virus que nos atenazaba.
Todos noqueados ante una situación nueva. Unos dejaron de salir al recreo y otras a tomar café al lado de la oficina. Zoom, Teams, Housparty, Telegram, Meet entraron a formar parte de la familia. Muchas aplicaciones para pocos dispositivos y muchas webinars para pocos ‘alumnos’. Les recuerdo que hay más escritores que lectores y el conferenciante también fue perdiendo usuarios en el largo camino del confinamiento.
Twitter, Facebook, Instagram, Tik Tok nos robaban el tiempo. Muchas redes sociales y...