BIMvolucion: la revolución digital de la construcción
La metodología cambia la forma de desarrollar proyectos de construcción
Dicen que la construcción, junto con la agricultura, es uno de los sectores productivos menos digitalizados. Pero esta afirmación tiene las horas contadas, gracias a lo que me gusta llamar “BIMvolucion”: nada menos que una revolución que implica un cambio profundo, gracias a una serie de transformaciones continuas que deben implementarse desde ya en el ámbito de la arquitectura y la construcción. BIM se convierte por lo tanto en una metodología que está cambiando la forma en la que se desarrollan los proyectos de construcción, desde la fase de diseño, durante su ejecución en obra, pasando por el largo período de uso del edificio o la infraestructura y llegando, incluso, al momento de su demolición.
Como prueba de ello, recordemos que recientemente fue aprobado por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible el Plan BIM en la Contratación Pública. En él se define un “calendario de implantación gradual y progresivo desde 2024 hasta 2030” para alcanzar los Niveles BIM. En concreto, ya a partir del 01 de abril de 2024 se exige que las empresas que quieran participar en licitaciones públicas cuyo valor de contrato sea de más de 5.500.000 € deben tener implantado un Nivel Inicial de BIM. Pero para el 01 de octubre de 2025 se exigirá para todas las licitaciones por encima de 2 millones de euros. Esta revolución ya ha empezado y, poco a poco, se extenderá a todos los niveles.
Es evidente que se requiere que los profesionales involucrados estén preparados para ello y aquí gana importancia la formación. Algunos Colegios Profesionales ya están desarrollando acciones formativas con esa finalidad, pero no sólo se van a ver afectados arquitectos o ingenieros, sino también todos aquellos profesionales técnicos que puedan intervenir de una u otra forma durante toda la vida de una construcción: instaladores, mantenedores, agentes de la propiedad, facility manager, etc.
¿Es necesario que un técnico superior en instalaciones eléctricas o de climatización, un facility manager o un agente de la propiedad sepa modelar un edificio con un software de dibujo 3D, como Revit, Archicad, Cype Architecture… Evidentemente, la respuesta es que no. Sería como exigir que un escritor fuese capaz de programar el editor de textos en el que ha redactado su última novela. Pero estos profesionales sí van a tener que conocer la metodología BIM y saber, al menos, usar los visores BIM y el manejo de los entornos comunes de datos en los que se almacenará la información. Pero, si vamos un poco más allá, también sería conveniente que los perfiles más técnicos fuesen capaces de desarrollar instalaciones en un entorno de modelado tridimensional. A no muy tardar, llegará a ser necesario y esos profesionales estarán muy bien valorados.
Aquí es donde los Centros de Formación podemos colaborar, desarrollando formaciones que permitan preparar a estos profesionales para asumir estos nuevos retos. Ya hay algunos estudios que detectan la necesidad de profesionales con conocimientos BIM, como es el caso de los Técnicos/as en Certificación Energética y Sostenibilidad o los Técnicos/as Energéticos para la Administración Pública, por poner un par de ejemplo, de acuerdo al Estudio “Empleo y transición ecológica. Yacimientos de empleo, transformación laboral y retos formativos en los sectores relacionados con el cambio climático y la biodiversidad en España”, realizado recientemente por IDEARA Investigación y editado por la Fundación Biodiversidad y la Oficina Española de Cambio Climático.
En cualquier caso, como hemos dicho, BIM es un entorno colaborativo. Cada día estamos más acostumbrados a esos espacios colaborativos en red, en la que compartimos información con otras personas: Google Drive, One Drive, Dropbox… En el caso de BIM, estos entornos reciben el nombre de CDE (Common Data Environment) y están diseñados como repositorio de los modelos tridimensionales BIM del edificio, de la construcción o de la infraestructura que se está proyectando, construyendo o ya utilizando, con información de las distintas disciplinas que puedan afectarle: arquitectónica, estructural o de instalaciones.
A mi modo de ver, si consiguiéramos crear un entorno colaborativo para la didáctica de la metodología BIM, el éxito sería casi seguro. Un repositorio donde pudieran intervenir alumnos de todos los niveles, donde los estudiantes que estuvieran desarrollando sus proyectos arquitectónicos depositaran sus modelos BIM, y esperaran a que otros alumnos de ingeniería o formación profesional colaboraran (desde cualquier lugar del mundo) aportando sus cálculos de estructuras o implementando sus instalaciones eléctricas o sistemas HVAC (heating, ventilation and air conditioning) de igual forma que en un entorno profesional real (Learning by Doing). Los resultados de aprendizaje podrían llegar a ser espectaculares. Lo increíble es que estos entornos, como por ejemplo BIMserver Center, ya existen y muchos son gratuitos. ¡Sólo nos falta dar el paso…!
Imagen principal: Render BIM (proyecto para instituto de estudios de arquitectura en Paseo del Prado, Madrid), imagen de Julia Gracia.