«El hilo conductor de esta ponencia se bifurca en dos objetivos. Por un lado, en la exultación, exaltación y reivindicación de las ciencias humanísticas y, por otro, en plasmar desde mi experiencia, y la de las personas que me han servido como referentes, las cualidades que vertebran el perfil del investigador en humanidades.
A modo de aclaración, he de significar que en el título que portica mis palabras consta «joven investigador» y no «investigador joven», porque cuando se frisa cierta edad se suman experiencias y vivencias, no solo años, pues la investigación es un elixir de juventud. Máxime cuando para el historiador vocacional que les habla los cultivadores de esta disciplina no son artesanos del pasado...