Libertad Educativa

Se ha hecho público el informe Oidel sobre libertad de promoción y desarrollo de la educación. España, que ocupa el puesto número 13, necesita mejorar en algunos aspectos de la libertad educativa. El Informe destaca las diferencias significativas en la protección de esta libertad en las diversas regiones del mundo.

Oidel otorga los primeros puestos en este ranking a Irlanda, Países Bajos y Bélgica. En estos países la libertad de enseñanza está plenamente reconocida y protegida, tanto en el ámbito legal como en la práctica. Los Estados financian tanto las escuelas públicas como las no gubernamentales. Consideran el ejercicio del pluralismo como esencial para garantizar la educación como un derecho cultural.

He de confesar que no me ha extrañado nada que Irlanda ocupe el primer puesto. Por motivos familiares conocí de cerca el funcionamiento del sistema escolar irlandés que, en muchos aspectos, es admirable. Por ejemplo, hay colegios mixtos y colegios solo de chicos o de chicas. Cada familia elige lo que quiere sin que se le tache de nada por la elección. Funcionan, todos, con autonomía y no se han generado problemas que, entre nosotros, han sido frecuentes. 

En Irlanda esa variedad total se da en todos los colegios sostenidos por el Estado, sean gubernamentales o de iniciativa social, sin ningún tipo de discriminación o de juicios apriorísticos basados en las ideologías. Es decir, hay un consenso social y político sobre la educación. Por el contrario, en España son muy difíciles de alcanzar los pactos educativos como, en general, los acuerdos básicos sobre los grandes temas. 

Un Informe de 2016 sobre educación ya mostraba cierta desesperanza de los expertos y docentes. Señalaban unos presupuestos insuficientes, falta de reconocimiento profesional y, además, creían que no se lograría un pacto educativo y que las leyes seguirían cambiando según los gobiernos. Así ha sido. Un pacto que debería incluir al PP y al PSOE, las dos fuerzas capaces de liderar gobiernos. Lo contrario genera inestabilidad. 

Artículo publicado el 16 de octubre de 2024 en Heraldo de Aragón