Empiezo por afirmar que considero que la pobreza y la desigual distribución de la riqueza son unos de los problemas más angustiosos del mundo y el origen, a su vez, de la mayor parte de los conflictos que aquejan a la Humanidad. No hay todavía una teoría general que explique satisfactoriamente sus orígenes y, menos aún, que proponga remedio eficaz para su solución, quedando ésta, como todas las soluciones a los grandes problemas humanos, abierta a los distintos planteamientos político-ideológicos, cuya evolución constituye la crónica de la Humanidad y el contenido de la Historia.
Mi opinión es que la pobreza no es un mal necesario ni inevitable en el mundo, ni achacable a limitaciones naturales o técnicas, sino...